Cómo comunicar el divorcio o separación a nuestros hijos

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Cómo comunicar el divorcio o separación a nuestros hijos

RH Psicólogos - Psicólogos Guadalajara
Publicado de Rocío Herranz Moratilla en Psicología · 26 Febrero 2014


Enfrentarse a una separación o un divorcio nunca es fácil, pero más aún cuando hay niños. Es habitual que nos encontremos en la consulta a padres que ante el planteamiento de poner fin a su relación sentimental se preguntan cómo hacerlo de la mejor manera posible, para hacer menos traumático el paso a sus hijos.

Por este motivo y dado el porcentaje creciente de separaciones y divorcios que vivimos en el panorama actual he decidido crear esta entrada en el blog, donde indico algunas pautas recomendables a la hora de comunicar y gestionar dicha situación con los menores.

  • La edad influye en el cuándo y el cómo dar la información a los pequeños.
  • Se debe buscar el momento y lugar adecuado. Dar la noticia con calma y tranquilidad, lo ideal es hacerlo los dos juntos, aclarando las dudas que puedan tener. Sed honestos ante las preguntas que os planteen.
  • Que decidáis romper el rol de pareja o matrimonio no implica que rompáis el rol de padres. Ambos debéis seguir ocupándoos de vuestros hijos.
  • Explicarles que ellos NO son responsables en absoluto de esta decisión.
  • Comunicarles, si es así, que la decisión es definitiva, no hay que mentirles ni crearles falsas expectativas.
  • Se deben explicar los cambios puntuales que van a producirse en su vida.
  • Facilita la relación de tu hijo con el otro progenitor. Sé flexible en los horarios de visitas y cede en fechas señaladas, así favorecéis a vuestro hijo manteniendo sus referentes emocionales y disminuyendo el trauma de vivir estas situaciones.
  • No es conveniente decirles que los padres se han dejado de querer, porque sería probable que piensen si eso les podrá pasar a ellos, es decir que sus papis les dejen de querer. Además de esto los más pequeños no comprenden la dimensión del amor a nivel pareja.
  • Explicarles donde va a vivir la persona que salga de la casa familiar, detallarle cómo es esa casa, matizar que aunque no viva en la misma casa, no quiere decir que no esté a su lado para protegerlo, cuidarlo, jugar. Explicarle cómo podrá ponerse en contacto con él/ella.
  • Los niños pueden sentir pena y preocuparse por cómo se va sentir la persona que se marcha del domicilio familiar. Debéis asegurarle que os va a echar de menos pero que estará bien. Aprovechar para remarcar que os vais a seguir viendo y compartiendo. Si sabéis como vais a gestionar el tiempo, es el momento perfecto para explicárselo. Mamá te va a llevar al cole pero papá te va recoger. Con mamá vas a ir natación pero papá te va a llevar siempre al fútbol (cambios en las rutinas familiares).
  • Asegurar que verá al papá o mamá con “x” frecuencia y regularidad. Lo más saludable para el niño es que lo vea con mucha frecuencia, que la figura que vive fuera de la casa familiar forme parte de la rutina del pequeño. Cumplir esta promesa, así el efecto de la separación es mucho menor.
  • Respeta la rutina de tus hijos, no la cambies, sois vosotros con vuestra nueva situación los que tenéis que adaptaros a ella.
  • Es muy importante no olvidar y que ambos tengáis claro que ser padre o madre es una función que dura toda la vida de nuestro hijo. No termina con el divorcio ni con determinadas edades de los hijos. Evidentemente un niño de meses tiene unas necesidades diferentes que un niño de 5 o de 13 años, pero tu función de progenitor sigue estando ahí. Además habrá ocasiones en las que tendréis que actuar conjuntamente.
  • Compartir preocupaciones, tareas y decisiones, tratar conjuntamente todo lo relacionado con la educación y la salud de vuestro hijo.
  • No es recomendable comunicarles los problemas que sólo nos afectan a nosotros.
  • Evitar meter a los niños dentro del conflicto.
  • No poner trabas a las visitas y a la relación con el otro progenitor.
  • Los hijos notarán nuestro estado de ánimo, volvemos a recordar la importancia de la honestidad, “mamá está triste pero pronto estará mejor. Todo irá bien”
  • Evitar usar al niño como espía.
  • Nuestro hijo no es un confidente, si necesitas hablar o desahogarte con alguien busca ayuda de un amigo neutro o de un profesional.
  • No hay que hablar nunca mal del otro. Respeta y protege las opiniones positivas que tu hijo tenga de ambos padres. Además no debemos olvidar nunca que ambos sois un ejemplo para ellos.
  • Luchad por vuestros hijos desde el amor a ellos y no por el odio o el rencor con el otro progenitor. No olvidéis que los hijos necesitan al padre y a la madre y que ambos son únicos e irremplazables.
  • Mucho cuidado con la inclusión de nuevas personas en la vida de nuestros hijos. Antes de dar este paso debemos tener muy claro que esa persona no va a sustituir el papel de uno de los progenitores. Es importante que sepamos qué información vamos a dar a nuestros hijos sobre esta nueva persona, haber recapacitado sobre este paso, entender que para ellos implica un cambio importante que no siempre es fácil de asumir.



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